sábado, 22 de octubre de 2011

Qué lindo volver a casa…


De nuevo en suelo oriental
me siento un chico otra vez,
aprovechar este mes
será mi diaria rutina,
con mi vieja y la cocina
repleta de uruguayez…
De nuevo pisan mis pies
a mi bendito Uruguay
estoy feliz como Guay,
y… como Walberto también…


Recorriendo por el barrio,
ese al que un día dejé,
viejos amigos hallé
junto a otros rostros felices.
Qué lindo ver a gurises
corretear o en bicicleta,
libres, hacer morisquetas
y disfrutar de la vida.
Ver la familia reunida
en una mesa completa…

Es que en mi casa volvió
un integrante y se siente,
ya dejé de estar ausente
y aunque sea temporal,
no le va a venir tan mal
y servirá como ensayo.
Cuando al regreso me hallo
algo despide el  ambiente,
un hijo dice presente,
pues regresó un uruguayo…

Ojalá pronto me vea
definitivamente acá,
no hay lugar mejor que estar
en tu casa y con tu gente;
por más que tengas parientes
en una tierra lejana,
no hay como las mañanas
de solcito por la rambla,
o ver al glorioso Rampla
puntero en forma temprana….

El prado y su rosedal
repleto de primavera,
dejan contento a cualquiera
que se arrime a ese ritual
con sol o viento es igual,
los colores se disparan,
y mis ojos no reparan
ante tal policromía,
qué linda es la tierra mía,
con ninguna se compara…

La lluvia dijo presente
¿dónde está la primavera?
Igualmente se exagera
la ausencia de la estación,
y me agarro un atracón
pues bastan caer dos gotas
para amasar bien grandotas,
a una ricas, exquisitas,
y añoradas tortas fritas
que a degustar Guay se anota…

El ambiente está caldeado
por mi querido Uruguay,
los sindicatos que hay
están de punta y reclaman,
sus ansiedades proclaman,
pero se olvidan tal vez
que nada es fácil pero es,
mucho mejor, esta vuelta.
Está bien que haya protestas
pero diálogo… también…

Estoy en casa y feliz
por más gritos y peleas,
¿qué familia no guerrea?
después llega al fin la paz.
Esta lucha pertinaz
de tanto paro y conflicto,
tendrá un feliz veredicto
que ablandará las posturas
y el Uruguay, con altura,
volverá a sentirse invicto…



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