La Galerna

Agresiva y  repentina
las aguas que se enfurecen,
oscuro el cielo aparece,
la tormenta se avecina.
El viento se arremolina
y a la mar entera enferma;
regresa la lucha eterna
del marino y de su barca,
y revolotea la parca,
desatando la galerna…

La espuma se hace presente
como si la mar hirviera,
y la calma placentera
se evapora de repente.
El viento dice presente
de la forma más siniestra
sorprendiendo en esa muestra
a inocentes navegantes;
que devienen tripulantes
de un viaje del que no hay vuelta…

Las ráfagas del Cantábrico
también llamadas galernas
se cobran las vidas tiernas
sin tiempo para evitarlo.
Sobreviven para contarlo
algunos afortunados
y los relatos contados
inspiran coplas y versos
en homenaje y esfuerzo
por los siniestros pasados…

Aún registra memoria
la más famosa ocurrida,
bravía, cara y sufrida
aquel Sábado de Gloria.
Hoy es página de historia
donde cobraron su suerte
más de trescientas muertes
que sepultaron las olas.
Imágenes españolas
dolorosamente fuertes…

Partieron de Santander
veintitrés lanchas mayores,
junto con otras menores,
en busca del caro pez.
Mas siniestramente es
que les encierra la brisa,
la galerna tiene prisa
y los atrapa y escoge
alguno presto recoge
sus artes, y al resto avisa…

La mar se arquea bastante,
el viento es huracanado,
quien puede se ha refugiado
en San Pedro o Virgen del Mar,
ensenadas que han de dar
cobijo al que ha llegado.
Pero los más, han quedado
atrapados por la gruesa
oleada que ya atraviesa
y los botes ha inundado…

Los restos despedazados
golpean contra las rocas
y se aferran -con muy pocas-
esperanzas de salvarse,
cientos que han de observarse
desde la costa, impotentes;
mientras un capellán consiente
desde allí la absolución.
Rabia y desesperación
son sentimientos presentes…

Galerna brava y feroz
que recuerda Santander
por el triste padecer
de perder vidas queridas:
Aún persisten heridas
pues cada vez que aparece
súbitamente envilece
encabritando la mar,
es  la galerna… a cuidar,
ella busca… quien le rece…

Guayberto
22/7/2007